Nuestros Dominicanos en la NCAA

Miren lo que Carlos morales de ESPNhttp://espndeportes.com dice de dos de nuestros jugadores en la NCAA

4 . Edgar Sosa (Louisville)
Este base dominicano, criado en Nueva York, mide 1.86 y participa en su tercer año de elegibilidad. La razón por la que no es considerado un prospecto a corto plazo es porque, inexplicablemente, su productividad y protagonismo en el equipo han ido disminuyendo con cada temporada bajo las órdenes de Rick Pitino. Luego de ser elegido mejor jugador de la ciudad de Nueva York por el periódico New York Daily News y haber participado en el prestigioso partido Jordan Classic en su última temporada de escuela secundaria, Sosa fue reclutado por Louisville e inmediatamente se convirtió en una de sus figuras más importantes. Titularizó en 32 de 34 partidos, vio acción en unos 25 minutos por encuentro, promedió 11 puntos, lanzó un 41% de campo y fue seleccionado al equipo de estrellas de novatos de la Conferencia del "Big East". Esos números bajaron a 9 titularidades en 36 partidos en su segundo año, con promedios de 21 minutos, 7.6 puntos y 39% de campo. En esta temporada le ha ido aún peor, aunque ha titularizado en 8 de 15 partidos. Pero sus minutos por encuentro han bajado a 20, sus puntos a 6.5 y su porcentaje de campo a 36%. Damos fe de que el talento de este jugador es suficiente para convertirlo en un fuera de serie, por lo que no nos extrañaría que se reencontrara con su juego en lo que queda de su carrera universitaria y volviera a ser considerado como un futuro profesional. Por ahora, hablan muy bien de él la paciencia que ha demostrado para esperar que el equipo vuelva a depender de su juego como en antaño y la humildad de aceptar la disminución de su rol como todo un jugador de equipo.

5. Eloy Vargas (Florida)
La profundidad que poseen los Gators de Billy Donovan, especialmente en la línea frontal, y una lesión de tobillo sufrida antes de comenzar esta temporada han conspirado para que este ala-pívot dominicano, de 2.08 de estatura, no vea más tiempo de juego en su primer año de participación. Apenas ha jugado en 4 de los 17 partidos de su equipo y ha visto acción en unos 4 minutos por juego. Por eso no es de extrañar que sus números sean muy bajos (1.3 puntos y 1.3 rebotes por encuentro). Pero que nadie se engañe; este es un jugador muy ágil y atlético, con unas destrezas del juego bastante desarrolladas y con un historial de éxitos, no solo en escuela secundaria, sino también en el circuito de verano AAU, en el que guió a su equipo del estado de la Florida a un campeonato nacional. Corre bien la cancha, pasa muy bien para su estatura, tiene buen tiro de frente al aro y posee una habilidad asombrosa para dar tapones. Debe trabajar fuerte en el gimnasio para fortalecer su delgado cuerpo y así comenzar a meterse en la rotación de los Gators el año que viene. Es considerado un proyecto por su entrenador, pero realmente es un gran prospecto.

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