Patología y género

Solamente las personas de luz corta, los del simplismo y el reducionismo social creen que las muertes pasionales son el producto de los celos, de infidelidades y de la crisis del amor postmoderno.

También las personas de mentalidad parasitaria han reforzado y asumido el viejo esquema de la cultura del terror, del miedo y del chantaje, donde los tres juntos llevan a la intimidación emocional, al control psicológico y a la aceptación de la cultura del sentido de pertenencia: “mía o de nadie”, “mejor muerto que separados” , “la mate porque la amo” , “me llevo a tener que matarla” , etc.

En cada una de esas expresiones hay patología, osea, enfermedad en la personalidad; una personalidad que socializó y se reforzó en unos roles y asignaciones según el género (sexo) y según la posesión del poder que dan y originan el dinero, el status, la fuerza, las armas, y los permisos que se les asignan dependiendo la cultura, la educación, la familia y el Estado.

Cada año, más mujeres son asesinadas dentro de sus casas de parte de alguien con quien compartía de forma emocional, afectiva o sexual. Cada año, son asesinadas con armas de fuego, armas blancas, quemadas en el fuego y mutiladas.

Cada año, más niños y niñas quedan huérfanos y traumatizados por la violencia doméstica. Sencillamente es una sociedad intolerante, incapaz de socializar una cultura de paz y de bienestar y, de felicidad social.

La patología y la violencia de género pertenecen a una cultura, a un aprendizaje que tienen los hombres latinoamericanos, de que hay que ser dueño e inquilino emocional de su pareja, de donde él, y sólo él, determina si le da el permiso de vivir, existir y amar con equidad humana.

Esa cultura de violencia, hay que detenerla, hay que educar en la escuela, en la casa y en cada espacio social; por una cultura de tolerancia, del disenso social y de mediación al conflicto.

Hay que crear más hogares de protección; hay que controlar la tendencia y porte de arma de fuego.

Hoy, hay que decirle a cada comunidad, a cada hombre y cada ciudadano que, la condición existencial de ser hombre y ser maltratador de mujeres es una pobre condición humana, que sólo los enfermos la aceptan y la practican.

Fuente: Listin Diario (Columna del Dr. José Miguel Gómez)

aplauso para la doctora

el recrudecimiento de la ley en contra del maltrato intrafamiliar y violencia de genero en nuestro pais, al parecer no ha servido de escarmiento ya que su aplicacion no ha reducido los numeros de casos, entonces queda la pregunta, que nos falta por hacer?

Robert Than escribió:aplauso para la doctora

el recrudecimiento de la ley en contra del maltrato intrafamiliar y violencia de genero en nuestro pais, al parecer no ha servido de escarmiento ya que su aplicacion no ha reducido los numeros de casos, entonces queda la pregunta, que nos falta por hacer?

No es necesario recrudecer la ley. Sólo hay que aplicarla, sin contemplaciones. Olvidarse de las "conciliaciones", que son muchas. Qué hace un hombre en una audiencia de conciliación, cuando se siente amenazado de coger cárcel por maltrato a su mujer? Le promete, jura y perjura a ella y al magistrado que nunca más le va a poner la mano encima (hasta que vuelva a coger un pique con ella). Se va por ahi, de lo más campante, y la mujer de estúpida le cree también.

Si de verdad se le diera cárcel a todo hombre por sólo maltratar psicológicamente a su pareja, ellos se asustaran, y los índices de feminicidios fueran menores.

Dije que el hecho de que tenemos una ley que es bastante fuerte contra el maltrato, no ha valido para que se disminuyan esto, es decir, que la persona que por naturaleza es un maltratador no le tiene miedo a esta, y por eso prefiere suicidarse que ir a la carcel.

El feminismo y el machismo son otras invenciones capitalistas. Miren como anda Sheila haciendo temas chuipis de esa vaina.